DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA
NÉSTOR CALVO PICHARDO Nació en Soria en 1964, y se formó en "The National Film and Television School" en Beaconsfield, Inglaterra.
Entre sus películas destacan: Los Años Bárbaros, Los Lobos de Washington, La Mujer Más Fea del Mundo, Nos Miran, Tiempo de Tormenta, El Lobo, El Próximo Oriente. Su último trabajo como director de fotografía ha sido en la película Miguel y William.
Es cuestión de deseo.
Hay que medir, mezclar, pesar y sopesar los ingredientes para que la alquimia funcione.
Cocinar, amar, fotografiar: Vivir. Todo funciona igual cuando pones una buena dosis de pasión al servicio de lo que haces.
Buscar el "toque del chef", inasequible al desaliento y no parar de disfrutar. Fotografiar es precisamente eso, investigar sobre los ingredientes con la inquietud de que sin precisión el resultado se arruina y con el profundo deseo de que de la investigación surja la sorpresa; una nueva imagen más bella o más interesante que la anterior.
Me apasiona enfrentarme a cada proyecto como neófito curioso, atento a la combinación que cada película requiere. Intento fabricarla con el mismo fervor que me lleva como espectador a la sala de cine. Sentado en la butaca, cuando las luces se apagan y se enciende el proyector, veo cómo la pantalla adquiere una vida que me hace soñar, sentir...
A veces tengo miedo, otras siento ternura, me río, lloro, chillo, aplaudo, amo...
Cuando la fascinación invade el patio de butacas, surge la alquimia y entonces siento que "hacer cine" sirve para algo. Cuando el viaje común se pone en marcha con el esfuerzo de un equipo que trabaja codo con codo bajo la lluvia o el sol, al alba y en el crepúsculo ...
Entonces no hay duda, "rodar" ha merecido la pena.
Deseo cumplido.
NÉSTOR CALVO PICHARDO Nació en Soria en 1964, y se formó en "The National Film and Television School" en Beaconsfield, Inglaterra.
Entre sus películas destacan: Los Años Bárbaros, Los Lobos de Washington, La Mujer Más Fea del Mundo, Nos Miran, Tiempo de Tormenta, El Lobo, El Próximo Oriente. Su último trabajo como director de fotografía ha sido en la película Miguel y William.
Es cuestión de deseo.
Hay que medir, mezclar, pesar y sopesar los ingredientes para que la alquimia funcione.
Cocinar, amar, fotografiar: Vivir. Todo funciona igual cuando pones una buena dosis de pasión al servicio de lo que haces.
Buscar el "toque del chef", inasequible al desaliento y no parar de disfrutar. Fotografiar es precisamente eso, investigar sobre los ingredientes con la inquietud de que sin precisión el resultado se arruina y con el profundo deseo de que de la investigación surja la sorpresa; una nueva imagen más bella o más interesante que la anterior.
Me apasiona enfrentarme a cada proyecto como neófito curioso, atento a la combinación que cada película requiere. Intento fabricarla con el mismo fervor que me lleva como espectador a la sala de cine. Sentado en la butaca, cuando las luces se apagan y se enciende el proyector, veo cómo la pantalla adquiere una vida que me hace soñar, sentir...
A veces tengo miedo, otras siento ternura, me río, lloro, chillo, aplaudo, amo...
Cuando la fascinación invade el patio de butacas, surge la alquimia y entonces siento que "hacer cine" sirve para algo. Cuando el viaje común se pone en marcha con el esfuerzo de un equipo que trabaja codo con codo bajo la lluvia o el sol, al alba y en el crepúsculo ...
Entonces no hay duda, "rodar" ha merecido la pena.
Deseo cumplido.
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